Para fortalecer la democracia mexicana se requiere una ciudadanía organizada que señale abusos y actos de corrupción de los funcionarios públicos, que exija una rendición de cuentas a sus gobernantes y que participe y se involucre directamente en las soluciones de sus problemas, tanto locales como nacionales, para convertirse en un contrapeso al gobierno.
Por: Abel Valdez, publicado originalmente en Animal Político
En nuestro país no confiamos en nadie. Prácticamente podemos afirmar que sólo confiamos en nosotros mismos. El Informe país sobre la calidad de la ciudadanía en México, realizado por el Instituto Nacional Electoral (INE) y El Colegio de México, revela que menos del 20 % de la población confía en los partidos políticos, menos del 40 % en las ONG’s y sólo el 36 % en el gobierno federal (1).
Este informe también señala la falta de confianza de la población en el otro –sólo 28 % dijo que se podía confiar en la mayoría de las personas–, así como en las instituciones de gobierno –el 24 % dice confiar algo en las instituciones– (2), lo cual reduce la capacidad de organización para incidir en las decisiones públicas. En las conclusiones del informe citado, se recomienda, para el fortalecimiento de la democracia mexicana, una ciudadanía que se organice para señalar abusos y actos de corrupción de los funcionarios públicos, que exija una rendición de cuentas a sus gobernantes y que participe y se involucre directamente en las soluciones de sus problemas, tanto locales como nacionales, para convertirse en un contrapeso al Gobierno. Éste es el llamado al que Nosotrxs responde como movimiento.
Desde Nosotrxs vemos necesario impulsar procesos de pedagogía política, por medio del desarrollo y uso de herramientas tecnológicas que ayuden a agilizar procesos de organización comunitaria, simplifiquen flujos de información y faciliten la creación e interacción de colectivos de exigencia de derechos.
La tecnología y las dinámicas sociales están íntimamente ligadas entre sí; los cambios en cualquiera de ellas potencia cambios en la otra. Por ello, una parte de Nosotrxs se concentra en entender la relación entre ambas para potenciarlas por medio del desarrollo de nuevas tecnologías, centradas en la diversidad de las comunidades y que dicha fuerza creativa sea necesaria para resolver problemas sociales que enfrentamos día a día.
Vemos al desarrollo de nuevas herramientas como la creación de nuevas posibilidades para la exigencia colectiva de derechos, centradas en las personas, en sus contextos hiperlocales e hiperconectados, con el objetivo de reducir la intermediación política y hacer accionables los derechos que ya son nuestros. Frente a los elevados costos de la participación necesaria para incidir en lo local (tiempo, dinero, relaciones e información), es indispensable encontrar soluciones de bajo costo, accesibles a la mayoría de la ciudadanía en cualquier momento.
Muestra de lo anterior fue la organización de más de 400 voluntarios en colectivos para llevar ayuda a los lugares en donde más se necesitaba durante el sismo del 19 de septiembre. También propusimos la creación de un #FondoÚnico para la reconstrucción para garantizar total transparencia en tiempo real y máxima publicidad al ejercicio del presupuesto acumulado entre los distintos fideicomisos. Con ello, sabríamos cómo y en cuánto tiempo lograríamos reconstruir nuestras comunidades, así como el destino de cada peso aportado a la tarea (3). La propuesta generó eco en la Ciudad de México, en donde se ejecutó y en donde hoy presidimos el Consejo Consultivo para la Reconstrucción con el fin de abrir espacios para que damnificados expogan problemas o situaciones no resueltas que vulneran de manera sistemática sus derechos (4). En dicho Consejo evaluaremos el proceso de reconstrucción en conjunto con académicos, expertos, autoridades y damnificados.
Otro caso de éxito es el de la comunidad de Mi Trabajo Cuenta, proyecto lanzado recientemente en redes sociales en conjunto con el Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar (CACEH). Con esta iniciativa, estamos creando la comunidad más grande de personas trabajadoras del hogar en el país para construir redes de apoyo, contar las historias y problemas que enfrentan, así como brindar información sobre sus derechos y cómo acceder a ellos -como la inscripción al programa piloto del IMSS para garantizar seguridad social- (5). Al día de hoy la comunidad cuenta más de 7,500 seguidores y recibimos en promedio 20 historias diarias, las cuales nos sirven para identificar patrones y visibilizar la vulneración de derechos que sufre esta población integrada por más de 2.4 millones de personas.
Otro caso que hemos atendido con pedagogía política y con el uso de herramientas tecnológicas es el alto costo de bolsillo en salud en México, el cual equivale a un 44 % por ciento del gasto total en salud -uno de los más altos en la región-, que se explica por la escasez de medicamentos, insumos y servicios que deberían ser proporcionados por los gobiernos a través de las instituciones de salud y de los modelos de seguridad social (6). Nosotrxs, con la iniciativa “No al Huachicol de Medicinas”, buscamos asegurar que las instituciones de salud públicas, en específico el Seguro Popular, el IMSS y el ISSSTE, tengan abasto suficiente de medicinas para todos sus derechohabientes. Contribuimos en la creación de redes de pacientes, médicos y ciudadanos que denuncien fácilmente casos de desabasto por medio de una plataforma digital que ayude a conocer en tiempo real qué insumo falta y en dónde (7). A unas semanas del lanzamiento de la plataforma, hemos recibido más de 400 denuncias de no surtimiento de medicamentos en todo el país y la comunidad digital cuenta con más de 10,000 personas que cuentan sus historias y los problemas que enfrentan en el sistema de salud. El objetivo es que esta red siga creciendo y trabajar en conjunto con las instituciones correspondientes para acabar con las redes de corrupción que dañan la salud de las y los mexicanos.
La propuesta de Nosotrxs de fondo es simple: se trata de crear comunidades para identificar y dar soluciones a nuestros problemas públicos, en donde logremos pasar de la indignación social a la acción comunitaria y así acelerar la calidad de nuestra democracia. Nunca más un gobierno sin nosotrxs, lxs ciudadanxs.
(1) INE, COLMEX (2015) Informe país sobre la calidad de la ciudadanía en México. P 48. Disponible aquí
(2) Idem. P 46-47. Disponible aquí
(3) Conoce más sobre el “Fondo Único” aquí
(4) Conoce más sobre el Consejo Consultivo de la Comisión de Reconstrucción aquí
(5) Conoce más sobre “Mi Trabajo Cuenta” aquí
(6) OMS (Organización Mundial de la Salud) (2016), “Indicadores básicos. Situación de la Salud en las Américas”, Disponible aquí
(7) Conoce más sobre “Huachicol de Medicinas” aquí